CHAMPIONS 2014

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viernes, 27 de marzo de 2020

KOBE






                                KOBE 


Quizás el artículo que más trabajo me ha costado escribir, nunca creí que tuviese que hacerlo así sobre Kobe, por razones que ya todos sabemos, es real aunque nos cueste asimilarlo, Kobe se nos fue para siempre cuando ese domingo 26 de Enero nos enterábamos de la trágica noticia, un accidente de helicóptero en California se llevaba la vida de Kobe y su hija Gianna más siete pasajeros más. Personalmente me enteré de la noticia tras un mensaje de mi hermano y hermana, ambos me preguntaron, ¿Te has enterado de lo de Kobe?, yo llevaba el día un poco desconectado de Twitter y demás, por lo que entendí que se referían quizás a que LeBron la noche antes en Philladelphia le había superado en puntos, intuí eso y nunca lo que se venía encima.

                               La última imagen de Kobe en una cancha


Al indagar más en el tema era verídico, eran ciertas las noticias que venían de USA, se estaba confirmando la tragedia, la devastadora tragedia, la leyenda angelina había fallecido a los 41 años de edad tras accidente de helicóptero, Kobe se dirigía a la Mamba Academy donde su hija Gianna iba a disputar un partido. De repente fue tan brutal tan impacto que rompí a llorar, una noche muy triste, confieso que hasta perdí el apetito y me costaba asimilarlo (como a todos) minuto a minuto, era un mal sueño, parecía algo irreal, jugadores y el mundo del deporte estaba conmocionado, lo que representaba Kobe Bryant era mucho, su relaciones exteriores aparte del baloncesto eran magníficas, una figura de primer nivel respetada porque se ganó ese respeto a lo largo de los años a base de trabajo, sacrificio y amor por este deporte, una pasión que le ha llevado a ser uno de los mejores de siempre, lo demás es historia.

                                                      Su ADN era ganador


Sería complicado describir 20 años de carrera, 20 años de un viaje increíble, un palmarés solo al alcance de un megacrack como, a bote pronto 5 anillos, 1 MVP, 18 presencias All Star (4 veces MVP del mismo), 11 veces en el mejor quinteto de la liga, 9 veces mejor quinteto defensivo, 2 veces máximo anotador de la liga, 2 oro olímpicos, el Laker más anotador de todos los tiempos, aquellos 81 ptos ante Toronto ya forma parte de la historia viva de la liga, 25 veces sobrepasando los 50 puntos de anotación; decir Kobe es sinónimo de leyenda, historia viva de la liga, un jugador que marcó a una generación entera (entre los que me incluyo) pero que fue más allá. Desde lo más puramente personal, siempre lo vi como un rival, aquella rivalidad con Iverson (mi jugador favorito), aquellas Finales ante Pacers ante Reggie Miller, otro ídolo, y por último las Finales ante los Celtics del 'Big Three', un equipo que me marcó con esas tres leyendas, pero la grandeza y respeto por Kobe siempre estará ahí más allá de lo deportivo o que te guste más un equipo u otro, al final el carisma se gana con los años y en la cancha y él hizo muchísimo por una adoración que tenía al juego incondicional.

                                      Rivalidad histórica, respeto mutuo


Relatar sobre Kobe Bryant son palabras muy mayores, ha sido un jugador que desde el primer momento ya se palpaba que había algo especial, allá por el año 96 drafteado desde el High School Lower Merion, con los años fue madurando teniendo como pareja en los primeros anillos al jugador más dominante que haya existido, Shaquille. Podemos diferenciar dos etapas de Bryant claramente, un Kobe primerizo, era innegable que se convertiría pronto en una superestrella de la liga con 3 anillos a temprana edad (2000, 2001, 2002), con los años diferenciamos a otro jugador, un Bryant que tras la marcha de O´Neal es otro tipo de jugador, en madurez y forma de jugar, el cambio de dorsal (8, 24) marca las directrices de un camino y otro.

                                      Los primeros éxitos, una pareja letal.


Sus roces con Shaq hicieron que la pareja se diluyera tras los títulos, a pesar de juntar en 2004 a Gary Payton y Karl Malone para asaltar otra vez el anillo, aquella Final ante Pistons (4-1) fue el punto culminante de la separación de uno de los mejores duos de la historia. El periplo de Kobe en LA comenzaba como estrella solitaria, él quería ser un 'winner' sin Shaquille y ganar por si solo, era evidente debido a su fuerte ego y carácter. Pero hasta la llegada de Pau Gasol en 2008 no consiguió otro ansiado anillo, los dos últimos, era un Kobe más maduro, muy exigente pero realmente exquisito en su juego, unos recursos infinitos que le hacían imposible de parar por rivales, un dominio sobre todo como pocos en la historia, bien es cierto que a raíz de los dos títulos, los Lakers y tras la salida de Jackson con un rotundo 4-0 por parte de Dallas en Semifinales de Conferencia nunca fueron más 'contenders', paso efímero de Dwight Howard en la temporada 2012/13 que nunca fructificó en la nave angelina junto con un Nash ya muy lastrado físicamente, más allá de eso poco más aunque se hubiese esperado más de aquella temporada tras estos fichajes. En 2013 Kobe se rompe el tendón de Aquiles tras la carga exagerada de minutos, aquellos Lakers a lo máximo que podían optar era meterse en Playoffs y Kobe pese a que los años ya pesaban seguía al pie del cañón intentando liderar a su equipo, quería ganar siempre, pero el cuerpo dijo basta en un partido en casa ante los Warriors, los 6 partidos anteriores a la lesión no se sentó prácticamente, consciente que era un 'all or nothing' para ellos, Bryant promedió 38,6 minutos ese curso y 27,3 pp de media, un nivel que pocos pueden alcanzar a esa edad.

                                               Finales épicas ante Boston


Las temporadas posteriores de nuestro Kobe fueron difíciles para él, en unos Lakers sin rumbo, una gerencia que no sabía que camino elegir más aún sufriendo una lesión de hombro que lo apartaría 9 meses, tras lo del Aquiles y este contratiempo, todos veíamos cada vez más cerca la retirada de la leyenda, un físico que había aguantado lo indecible durante años; a todo esto en Diciembre de 2014 superaría a Michael Jordan en la lista de máximos anotadores en la historia de la liga (su punto 32.293), algo épico. Kobe estaba hecho de otra pasta, por ello iniciaría la temporada 2015/16 advirtiendo que sería su último baile en la liga, cada partido fue un auténtico tributo ante sus rivales, el respeto era evidente en cada cancha, se lo había ganado con el paso de los años como lo hacen los más grandes, la nostalgia nos invadía en cada partido de Lakers.

Lo más parecido a MJ que ha existido


Llegó la despedida final, como si se tratase de un amigo que despide a otro, el viaje de 20 años se acababa ante Utah en casa, el Staples rendía tributo a su leyenda, 37 años, mil batallas, era una noche especial para todos, se iba uno de los mejores de siempre. Y como si se tratase de una película de Hollywood no pudo tener mejor guion, se fue a los 60 puntos en una noche mágica, era la noche de Kobe, exhausto, su físico no le daba para más pero su mentalidad y amor por el juego lo mantenían en la cancha, aquel partido final ya es historia viva de la liga, los genios hacen genialidades y él era un genio, por eso esa noche la magia salió a relucir.

Su histórico último partido, 60 puntos
                                       

No podemos decir más, todos hemos sido testigos de esta leyenda, algunos más otros menos, en mi caso pues he tenido la suerte y el privilegio de presenciar casi la totalidad de su legendaria carrera, un jugador que estaba obsesionado por ser el mejor, un competidor feroz que intentaba superarse día a día ('mamba mentality'), su ética de trabajo era una mentalidad psicópata hasta el punto de llegar el primero a la práctica (5 de la mañana era una hora habitual en muchas ocasiones para él) y marcharse el último. Esfuerzo, sacrificio, un carácter difícil pero su figura no se podía entender de otra manera sin ser así, una arrogancia a veces que estaba por encima del bien y del mal simplemente porque era muy bueno, lo sabía y jugaba con ese as, estaba en otro nivel, 'Black Mamba'.

                                             Un competidor feroz


Centrándonos en lo meramente deportivo, estéticamente se puede decir poco sobre su juego, un estilo de juego barroco, simplemente pura poesía, una oda, una plasticidad que te alegraba la vista, trabajó ese aspecto hasta lo indecible porque llevaba dentro la figura de Jordan encarnecida además de traer el talento de fábrica. Ese 'fadeaway' es historia, lo hemos presenciado una y mil veces, sus fintas de tiro... tenía mil recursos para anotar (`skills') y se aprecia más cuando anotaba de la manera más difícil que existía, hemos visto canastas imposibles, un bote de balón y un dominio del mismo propio de un base pero con 1,98 m, fundamentos por encima de todo. En el aspecto defensivo que decir, se preocupó por ser un extraordinario defensor y no entendía el baloncesto sin una buena defensa, tenía ese coraje y orgullo de los más grandes, la vieja escuela, una mentalidad obsesiva.

Una estética única


En definitiva Kobe será único siempre, su legado está ahí, sus récords, su carrera lo dice todo, solo decir gracias por todo, por ser uno de los culpables de que hoy día este deporte me siga enamorando, cuando te llevas tantos años siguiendo a un jugador así es como si se te fuese algo de ti, porque has estado muy arraigado a ello, media vida, su nombre te resulta ya hasta muy familiar, esas madrugadas mágicas son imborrables. Ha sido y seguirá siendo un referente para generaciones venideras, un espejo donde mirarse, el baloncesto debe estar muy agradecido a su figura, le dio mucho, igualmente a la NBA, su figura es icónica traspasando límites. Kobe Bryant ha sido de uno de los más grandes, los héroes van y vienen pero las leyendas son para siempre, 'this is it', gracias Kobe.


                                                     Gracias leyenda.












viernes, 8 de abril de 2016

IVERSON HOF, UNAS LÍNEAS SOBRE MI ÍDOLO



ALLEN IVERSON HOF, UNAS LÍNEAS SOBRE MI ÍDOLO

Allen Iverson coronado HOF.
                                         
Como no podía ser de otra manera, Allen Iverson fue nombrado HOF y entró en el olimpo de las leyendas, un lugar para privilegiados y donde están los mejores. Aquel chico que llegase a la NBA allá por 1996 se ha consagrado y ha obtenido el tributo que merece su figura, un jugador que cambió por completo la NBA, ya no solo baloncestisticamente, culturalmente supuso un impacto brutal como todos sabemos, él revolucionó la forma de vestir, tatuajes, etc..., un símbolo para toda una generación. En los días que corren Iverson significa mucho, una figura para las estrellas de hoy, los Durant, Lebron, Paul, Wade, Curry, Lillard..., un espejo donde mirarse.

                                    AI, referente para la nueva generación


Personalmente es que os escribe es un fan incondicional de AI (mi ídolo), marcó a toda una generación entre finales de los 90 y comienzos del año 2000 en la cual me incluyo. Vibré muchas madrugadas con aquel genio de Hampton, la adoración que sentí por su figura y por su juego traspasó los límites, me transmitía algo diferente a los demás, un tipo rebelde que estaba siempre en el punto de mira de todos para bien o para mal, o lo amas o lo odias, no hay medias tintas, y esos aún me causaba más predilección por su figura.

                                            Simplemente 'The Answer'

Con 1,80 m escasos y 75 kg Iverson fue capaz de pelear una y otra vez con toda una liga, ir a la guerra noche tras noche desafiando al mismísimo Michael Jordan o a Shaquille O´Neal, él creció en las calles de Virginia, en el ghetto, el baloncesto le hizo escapar del lado oscuro de la vida, de ahí su descaro nada más llegar a la élite. Eso le valió para ser 4 veces máximo anotador de la NBA (llegó a promediar 33 ptos pp en la temporada 05/06), conseguir un MVP en una temporada en la que llevó a los Sixers a las Finales jugando de una manera casi poseida, 11 presencias en el All Star (que pudieron ser más de no ser por sus últimos años sin rumbo), 3 veces elegido en el mejor quinteto de la liga, 3 veces máximo ladrón, en la temporada 2001/02 llegó a promedió 43,7 minutos pp, algo inhumano, ostenta el mayor números de robos conseguidos con 10, fue en 1999 contra los Magic, también es el jugador con mayor número de puntos en un primer partido de las Finales (48 ptos vs Lakers en el 2000, esa madrugada el que les escribe estaba a las 5 de la mañana vibrando... ), por citar algunos logros de esta auténtica leyenda. Los rivales no sabían como defenderle, era un 'combo-guard' indefendible, empezó jugando de base pero su talento le permitía jugar de escolta con esa estatura y lidiar con tipos más altos.

                                        En las Finales año 2000 vs Lakers

Quizás nunca debió salir de 'Philly', yo mantengo esa teoría, era su equipo de toda la vida, de hecho su último año lo jugó en el lugar donde empezó todo. Siempre me he preguntado si Iverson hubiera estado arropado por un gran equipo y otra estrella al lado en aquellos años, un Duncan, Garnett o el mismo Shaq, pero la historia se escribió de otra manera. Nunca tuvo un equipo compacto y aún así los Sixers era un equipo de Playoffs mientras que él estuvo allí, competían en el Este gracias a su genialidad.

                                              Números de leyenda

Luego vino el traspaso a Denver, allí jugó un gran baloncesto a las órdenes de George Karl y con Carmelo Anthony formaron un dúo letal, sus promedios eran todavía de 26 ptos pp, pero los Nuggets no consiguieron nada a nivel colectivo. A partir de ahí y tras su fichaje por Detroit empezaron los problemas, una suplencia injusta, ya que en Detroit seguía jugando un gran baloncesto (más de 17 ptos firmaba), pero su paso por la 'Motown' fue un error, aterrizó en un equipo como los Pistons en plena decadencia. Su paso por Memphis fue sin duda alguna un borrón en su carrera que nunca le correspondió, no era el sitio adecuado para una estrella de tales dimensiones, Iverson no podía permitir ser suplente de Mike Conley por ejemplo.

                                                       En los Nuggets


Así se narra la historia, y como siempre he dicho, nunca habrá otro Iverson, libra por libra el mejor jugador que ha pisado una cancha de baloncesto, nunca importó la altura sino el corazón, jugar cada partido como si fuese el último, caerse y levantarse, Allen Iverson era vivir o morir simplemente. Siempre tuvo fama por sus problemas extradeportivos, pero en la cancha era un competidor letal y un guerrero que luchó hasta él último momento, se dejaba todo por ganar. Nunca debió salir de su casa, era un jugador para estar toda su carrera en 'Philly', allí un ídolo de masas, quizás el Sixer más heroico de todos los tiempos; 'The Answer' era para Philladelphia como un 'Rocky Balboa'.


                                               Un icono en los Sixers

Al fin la leyenda ha sido reconocida, como no podía de ser de otra forma, su legado está ahí, de los más grandes de la historia, sencillamente distinto, único, diferente pero sobre todo genial. Y lo más importante, Allen Iverson nunca cambió, siempre fue el mismo tipo, y como el mismo Iverson dijo en una entrevista: 'Me siento igual siendo la misma persona al lado de un mendigo que de un millonario', lo hizo todo a su manera hasta el final, por eso es Iverson, un privilegio para mi como para muchos amantes al basket poder haber disfrutado todos esos años de este auténtico genio.